Receta de manzanachos con natamole

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Receta de un postre a base de manzana y aguacate. Creado para participar en el concurso de postres del día de la ETSIIT. Esta receta está también disponible en el URL corto git.io/m-c-n.

¡Riquísimo! 😋😋 pic.twitter.com/s347tVdQU9
— Delegación ETSIIT (@delegaETSIIT) 10 de mayo de 2018

Mi idea original era crear un postre que fuera una versión de algo que no lo fuera. Tras darle vueltas a otras cosas como una versión de un huevo frito con patatas a base de merengue y mango, acabé con esta versión dulce de ese clásico tex-mex, nachos con guacamole, que usa chips de manzana en vez de nachos (de ahí lo de manzanachos (idea de Elena Merelo) y una crema dulce de aguacate, que puede (o no) usar nata (de ahí lo de natamole, idea de la misma Elena).

Vamos a ver como se elabora cada uno de ellos por partes.

Manzanachos

La idea original es de Sally’s baking addiction. Sólo le añadí unos pequeños cambios.

Ingredientes:

Una manzana.
Dos o tres cucharadas de panela o azúcar moreno.
Una cucharadita pequeña de canela.

Preparación.

Nota: no prepares esta receta recién comido. Vas a tener que comer, y posiblemente bastante.

Corta la manzana (lavada, pero con piel) en rodajas finas, quitando los huesos y los cabos. Tienen que ser suficientemente finas para no ser transparentes, pero no demasiado. Así que si salen demasiado finas o demasiado gordas y las dejas aparte se van a poner feas. Zámpatelas, están deliciosas de cualquier forma. Una vez cortada en rodajas, apílalas y córtalas, según tamaño, en 4 o seis sectores para que tengan la forma característica, triangular, de los nachos.
Saca la bandeja del horno y cúbrela con papel vegetal. Pon las rodajas sobre el papel con cuidado de que no se apilen. En una bandeja normal te cabrá, aproximadamente, media manzana.
Echa la panela o el azúcar moreno y la canela en un cuenco y dilúyelo con un poco de agua, no demasiado, ni siquiera es necesario que lo cubra. Remueve para que se reparta de forma uniforme. Yo usé panela, con un sabor muy suave y más fina que el azúcar moreno, pero supongo que cualquier tipo de azúcar servirá más o menos igual, aunque mejor de color porque los manzanachos acaban adquiriéndolo.
Con una brocha de cocinar (o como se llame), pinta las rodajas de manzana ya colocadas, de forma que todas queden untadas uniformemente con la pasta.
Mételo en el horno, precalentado o no (va a dar igual), sin la encimera, posición “pollo” (no sé cocinar, pero eso es lo que había en el dial, la idea es que no tenga aire ni encimera ni nada de eso) y 110º.
Déjalo en el horno aproximadamente una hora. Con esa temperatura es casi imposible que se quemen, pero tampoco lo dejes ahí toda la vida. Media hora más o menos, no pasa nada.
Cuando veas que están más o menos dorados, abre el horno y les das la vuelta. Esto se hace más que nada para que no se queden pegadas como lapas al papel vegetal, así que si no tienes tiempo o te descuidas tampoco pasa nada. Aquí en esta fase verás que hay algunos que han perdido la forma, o que son demasiado gordos y que no se van a poner crujientes en la vida. Ya están deliciosos, así que zámpatelos. También es posible que haya alguno que esté ya crujiente, así que apártalo.
Vuelve a meterlos en el horno, misma posición o temperatura, y déjalos una hora, hora y media o el tiempo que veas necesario. Asómate de vez en cuando para ver que no se queman.
A la hora u hora y pico, sin abrir el horno apágalo y déjalos que se sigan haciendo durante otra hora u hora y pico. Esta etapa es imprescindible para que se queden crujientes.
Sácalos y mételos en un táper abierto o bolsa de papel de estraza. Si lo metes en un táper cerrado, van a perder la crujientidad.
Qué diablos, te lo mereces. Zámpate unos pocos “para probarlos de sal”, pero no muchos, porque una manzana cunde poco y como te comas 7 u 8 te quedas sin manzanachos.

Por cada lote van a salir unos 20-25 chips, cada lote es media manzana. Si quieres hacer una cantidad decente, equivalente a una bolsa de nachos, vas a necesitar un par de días para hacerlos todos. No pasa nada, se conservan bien, siempre que estén en un táper abierto y en un lugar fresco y seco.

Natamole

Esencialmente, el natamole es un guacamole dulce. La base va a ser la misma que la del guacamole: aguacate maduro, cilantro y lima o limón. De hecho, puedes preparar esta base y apartar una parte para añadirle los condimentos para el guacamole normal y otra para el natamole.

Ingredientes

Un aguacate no muy grande, maduro.
Miel, dos cucharadas
Una lima
Cilantro, un puñadito.
Una pizca de sal.
Una pizca de vainilla azucarada.
Un yogur griego

Preparación

Se echa todo en un vaso y se muele con la turmix.

Esto ha sido fácil, ¿no?

Pero era la beta. Así que vayamos al release candidate.

Se ralla la piel de la lima completa. Cuanto más verde sea, mejor.
Se exprime el zumo de media lima en el vaso de la minipimer.
Se echa el resto: cilantro, yogur, aguacate pelado y partido por la mitad o en más trozos, un poquito (muy poquito) de sal y la miel. La miel no se debe echar ni al principio (se quedará pegada al vaso) ni al final (se quedará pegada a la turmix). Se echa al final el poquito que haya de vainilla y lo que se haya rallado de la piel de la lima.
Se bate bien hasta que quede uniforme.

Se puede adornar con trocitos de fresa o frambuesa (imitando el tomate del guacamole original). Si quieres guardarlo, aunque el zumo de la lima debería evitar que se pusiera negro, puedes añadirle el hueso del aguacate. Se puede servir fresco o tal cual.

Sugerencia de presentación

Igual que los nachos con guacamole. Pero no le eches queso a los chips de manzana. Bueno, échaselo, qué diablos. Haz lo que te dé la gana, para eso lo has hecho tú.

O sea: se vierte el natamole en un cuenco para dipear, y se pone en medio de un plato rodeado de los chips de manzana. O se pone en un cuenco un poco más grande los chips de manzana, y se le echa el natamole encima. A gusto de cada cual.