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Apuntes para el museo de la informática de la ETSIIT

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Memorias de núcleo magnético

Las memorias de núcleo magnético o de ferrita fueron uno de los sistemas más utilizados entre los años 50 y 70. Previamente se usaron memorias de línea de retardo, de la que también tenemos un ejemplo.

En la memorias se almacenan cosas. Cada parte de la memoria tiene una dirección, y el ordenador se ocupa de guardas esas direcciones dándole etiquetas. Si tienes la etiqueta, puedes recuperar la información. Pero las memorias de línea de retraso eran memorias de acceso secuencial. No podías acceder a algo hasta que no leías todo lo que había antes. Los primeros ordenadores que se usaron tenían este tipo de memoria. En principio se usaba el mercurio, un metal líquido que se usaba (antes también) en los termómetros, y donde las ondas en el mismo servían para almacenar información. El usar líneas de retraso magnetorestrictivas, que así es como se llaman, permitía hacerlo de forma mucho más compacta y barata. Lo que transmitía, en este caso, eran ondas de torsión. Se podían almacenar más bits en una línea, pero el problema era que cuantos más bits había, más se tardaba en recuperar. En los años 60 se dejaron de usar, y fue cuando empezaron a usarse otras tecnologías, como los núcleos de ferrita, algo que representa de forma icónica la informática y está en el escudo de muchas escuelas, como la nuestra.

Estos eran pequeños imanes que usaban la polarización norte/sur para representar los unos y ceros. La rejilla, además, permitía seleccionar la lectura o escritura de cada uno de los núcleos por separado, permitiendo que se consideraran RAM, Random Access Memory o RAM o memorias de acceso aleatorio. También eran mucho más rápidas, compactas y fiables y consumían mucha menos electricidad. Además, eran no volátiles: incluso aunque no recibieran electricidad. Finalmente, alrededor del año 1975, se dejaron de usar para usar chips.